5 de enero de 2009

El amigo de un amigo

¿Alguna vez te han contado una historia que le sucedió al "amigo de un amigo"? Ya sabes, es una historia muy buena pero tú no estabas presente para asegurarte que es real o que no ha sido exagerada. A menudo estas historias recorren los labios de varias personas y el oyente final llega a tener una versión falsa, exagerada o carente de detalles del verdadero suceso.

¿Te imaginas tratar de conocer a alguien por lo que otra persona te dice sobre él? Puede que constantemente te hablen de él, que muchos de tus conocidos lo conozcan personalmente, que muchas personas hayan escrito libros enteros sobre él; pero tú no lo conoces. ¿Podrías decir que tienes una relación fuerte con el sujeto? ¿Existe un vínculo padre-hijo entre ustedes dos? Puedo decir sin temor a equivocarme que no.

father_son

Creo que ya sabes de lo que estoy hablando, y si no, te explico: para muchas personas, ser un cristiano es una forma de vida con ciertas reglas que otros no tienen. Ser "una buena persona" e ir a la iglesia fielmente todos los domingos es lo que a muchos viene a la mente cuando se dice que existe "comunión con Dios". Sin embargo, conocer a Dios en profundidad involucra mucho más que esto.

Dios desea tener una relación padre-hijo con cada uno de nosotros. Así lo explica Juan al hablar de todos aquellos que han recibido al Señor como Salvador:

Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Juan 1:12-13
(RV60)

Hemos sido hechos hijos de Dios y no puedo pensar en una forma en que un hijo pueda llegar a conocer y amar a su Padre sobre todas las cosas si nunca -o casi nunca- habla con Él o escucha sus palabras. El título de la entrada es "El amigo de un amigo" porque muchas personas conocen al Señor de segunda mano. Un sermón de un predicador puede ser muy bueno, un escritor puede escribir un grandioso libro sobre Cristo, pero nada de esto se compara a conocer a Jesús personalmente.

Hablamos con Él al orar y lo escuchamos hablar al leer la Biblia. No se necesita un doctorado en teología o una biblioteca llena de libros y comentarios para conocer al Señor, sólo un corazón dispuesto a buscarle y agradarle. Busquemos en nuestra alma y asegurémonos que Dios es nuestro Padre y no sólo "el amigo de un amigo". Deja tus comentarios y calificaciones. Gracias y buenas noches.

Hablamos de...

3 comentarios:

  1. Muy cierto lo que comentas. Me gustó mucho como lo expresaste. Ojalá mucha gente lo pueda llegar a leer y a entender...

    Saludos...

    ResponderEliminar
  2. Sucinto.

    Como dijo Job: "De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven". (42:5) ¡Qué gran diferencia entre solo "oir" hablar de Él y el conocerle personalmente!

    Muy buen artículo. Que Dios te siga bendiciendo.

    ResponderEliminar
  3. buenisimo, lo lei en el blog de preju tambien, me gusto. Es cierto, lo
    mejor es tener una relacion y comunicacion con Dios directa

    ResponderEliminar

Escribe, escribe, escribe. No dudes en escribir lo que se te venga a la mente al leer una entrada. Tus comentarios son siempre bienvenidos.