18 de enero de 2009

Croniquillas Evangelísticas

La semana pasada tuve la oportunidad de salir en misiones médicas y evangelísticas con un grupo de estadounidenses que vienen a El Salvador todos los años. Obviamente, el idioma es un gran obstáculo tanto en las consultas dentales, médicas y por supuesto, a la hora de compartir el Evangelio, así que algunas personas (su servidor incluido) vamos a estos eventos como traductores.

La mayoría de veces (4 de las 5 a las que he ido) traduzco en el área médica. Realmente me siento gozoso al ayudar a tantas personas a obtener medicina y demás; son pocos los que no salen sonriendo de la consulta. Sin embargo, los mejores momentos los vivo cuando salimos a evangelizar, ya sea casa por casa o con cada persona que llega a la clínica. Escribí esta entrada porque quería recordar un par de experiencias vividas al cumplir con la gran comisión. También me gustaría que dejaras tus comentarios al final de la entrada si alguna vez has hecho algo similar.


A lo largo de los años he aprendido que la persona que comparte las buenas nuevas desarrolla un pequeño papel en un plan enorme. A veces, hablábamos con personas que parecían estar ansiosas por tener una oportunidad de aceptar a Cristo. Obviamente, Dios ya había tratado con ellas anteriormente de diversas formas y nosotros sólo llegamos para ver este fruto germinar. Otras veces, sin embargo,  nos encontramos con gente que no tiene interés en conocer a Jesús o que dice no estar lista para Él. No obligamos a nadie a recibir este regalo, así que nos marchamos sabiendo que al menos la semilla fue plantada. En esas ocasiones, empezamos algo que talvez no veamos terminar.


Muchas veces preguntamos: "Si fuera a morir hoy, ¿adonde iría: al Cielo o al Infierno?" porque así descubrimos quienes tienen la seguridad de ir al Cielo por el sacrificio del Señor. Ocasionalmente nos encontramos con hermanos en Cristo que saben que tienen una morada celestial esperándolos, pero la mayoría de las veces la respuesta es "No sé a donde iría". Sin embargo, recuerdo muy bien a una señora (de unos 70 años) que estaba convencida que iría al Infierno. Nos dijo que no podía leer, por lo que no tenía relación alguna con la Biblia; estaba resignada a ir al Infierno. Ella fue evangelizada por otra persona, por lo que desconozco si ahora es salva, pero este evento me quedó grabado como prueba del gran engaño que es la creencia popular que dice que "haciendo cosas buenas" iremos al Cielo. El perdón de Dios es para todos.


Compartir mi fe con otros me produce un gran gozo pero también me hace crecer. Te animo a hacerlo, no hay nada que se compara al ver a una persona llegar a Cristo. Gracias y buenas noches.

Hablamos de... ,

2 comentarios:

  1. si, enrealidad es una gran experiencia ir a evangelizar y es yuca cuando
    dicen q no y estan mas seguros que se van a ir al infierno :S
    pero Dios hace la obra y se espera q se pueda seguir tratando con esas
    personas, algun dia!

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  2. Hi brother,

    Wow, that is wonderful! Thank you for sharing your experience with us.

    "Compartir mi fe con otros me produce un gran gozo pero también me hace crecer. Te animo a hacerlo, no hay nada que se compara al ver a una persona llegar a Cristo."

    That is so true! The most memorable experiences in my life - that have given me real joy - are the ones where I have shared the Gospel.

    God bless you.

    -Michelle

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