26 de marzo de 2009

Ídolos

Hoy en día no es común escuchar la palabra "ídolo" en las conversaciones, por lo menos no con el sentido que se le daba en tiempos bíblicos. Un ídolo no es una estatuilla de metal o madera ante la cual se postra la gente. Un ídolo es aquello que funciona como un dios, pero no lo es. Es aquello que acapara todos tus pensamientos y fuerzas. Es lo único en lo que piensas en el día. Aquello por lo que te levantas en la mañana y por lo que no puedes dormir en la noche. En pocas palabras, es lo que te hace vivir.

Dios debería desarrollar esta función, aunque Él no es un ídolo. Él si merece ser el centro de atención y nuestra razón de vivir porque Él si es Todopoderoso y nuestro Salvador. A Él lo alabamos porque se lo merece, no solo por su poder, sino también por su amor.

Si entendemos que el Señor es el único que merece nuestra alabanza, nuestro tiempo, nuestro esfuerzo y nuestros pensamientos; ¿porque perdemos el tiempo en otras cosas? Podemos gastar horas y horas sentados totalmente inertes frente al ídolo que llamamos televisión. Podemos estar largos ratos frente a la computadora chateando con gente sobre los temas más vanos y triviales. Dedicamos gran parte del día a holgazanear y simplemente no hacer nada. Lo que nos toma más tiempo, lo que ocupa más espacio en nuestra mente, ese es nuestro ídolo.

Tampoco hay que irse al otro extremo, pensando que todo el día pasaremos leyendo la Biblia y orando mientras nuestras responsabilidades se quedan sin cumplir. Se trata en realidad de tener una mente que toma en cuenta a Dios en cada cosa. Así podremos saber cual es la mejor forma de invertir nuestro tiempo. Tener a Dios como prioridad nos permite organizar todas nuestras actividades de acuerdo a Él.

Lee este pasaje. Aquí Dios le explica a Israel la insensatez que hay en seguir a los ídolos:

Los formadores de imágenes de talla, todos ellos son vanidad, y lo más precioso de ellos para nada es útil; y ellos mismos son testigos para su confusión, de que los ídolos no ven ni entienden. ¿Quién formó un dios, o quién fundió una imagen que para nada es de provecho? He aquí que todos los suyos serán avergonzados, porque los artífices mismos son hombres. Todos ellos se juntarán, se presentarán, se asombrarán, y serán avergonzados a una.

Isaías 44:9-11
(RV60)

Muchas veces veces antes de dormir reflexiono en lo que he hecho todo el día y me decepciono. A veces me asombro de ver como puedo perder el tiempo. Estoy seguro que algún día desearé que esas horas regresen para aprovecharlas de verdad. Deja tus comentarios y calificaciones. Gracias y buenas noches.

16 de marzo de 2009

Literatura – Edipo Rey

Lamento mucho haber dejado de escribir por tanto tiempo, realmente he estado ocupado con las tareas del colegio y demás.

Bueno, la entrada de literatura de este mes habla de “Edipo Rey”, una tragedia griega escrita por Sófocles. Básicamente se narra como el rey Edipo cae desde su lugar de héroe y gobernador hasta una vida infeliz y desdichada. Lo que sucede es que un adivino le dice que los dioses han castigado al pueblo a causa del asesinato de un rey vecino. Edipo maldice al homicida, sin saber que es él mismo. Como es típico en las tragedias, el protagonista termina mal; en este caso, Edipo se saca los ojos y es desterrado. Esta es la enseñanza:

quotation marksEdipo no tuvo la culpa de muchos de sus males, ya que en esta obra era imposible evadir el veredicto del oráculo y tuvo que cargar con el pesar de haber matado a su padre y haberse casado con su madre. Pero hubo consecuencias que pudo haber evitado. Sus palabras desenfrenadas y prejuiciosas y sus maldiciones cayeron sobre el mismo al descubrir que era él el asesino de Layo. Si hubiera esperado a atrapar al culpable y darle un juicio correcto, no hubiera perdido a su esposa, su trono, sus ojos y demás.

No siempre nuestras palabras nos costaran un ojo de la cara, pero casi siempre pagaremos consecuencias si no cuidamos lo que sale de nuestra boca. La Biblia nos dice que siempre estemos atentos a lo que sale de nosotros:

En las muchas palabras no falta pecado; mas le que refrena sus labios es prudente.

Proverbios 10:19
(RV60)

Como podemos ver, el silencio es lo mejor en muchas ocasiones, ya que al querer decir mucho, terminamos diciendo nada y hasta ofendemos a otros o decimos cosas que no pensamos. La mejor forma de controlar a la lengua es usándola como Dios quiere que lo hagamos.

La Palabra de Dios nos enseña cuan peligrosa puede ser la lengua si se le da rienda suelta:

La lengua es un miembro pequeño pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡Cuan grande bosque enciende un pequeño fuego!

Santiago 3:5
(RV60)

 

Ningún hombre puede domar la lengua, que es un mal que no puede ser refrenado, llena de veneno mortal.

Santiago 3:8
(RV60)

Edipo pagó caro por hablar de más y nos debe de servir de lecciónquotation marks2 para no caer en el mismo pecado y ser prisioneros de las consecuencias de nuestras habladurías.

Deja tus comentarios y calificaciones. Gracias y buenas noches.

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